18/09/09, Benidorm
Agustin Navarro (a la derecha)en la manifestación contra el transfuguismo en la Vila en 2008
S.P.
Ya falta poco para que se consume la moción de censura al alcalde Manuel Pérez Fenoll. El próximo martes se realizará el acto de violación a la democracia en Benidorm. Pero mientras llega el momento sublime en el que habrá una concatenación planetaria de 13 astros que traerán la bonanza y la gobernabilidad al municipio, los firmantes de la moción se han convertido en más que un club, y como si se preparasen para jugar la final de la Champions League, llevan unos días dándose calor unos a otros y compartiendo mesa y mantel para que nadie se desmande. El líder carismático, Agustín Navarro, piensa concentrar a sus muchachos y muchachas en un hotel el próximo lunes para que nadie haga ningún acto que pueda debilitar su juego el próximo martes.
Y mientras llega el Día V (de violación), el futuro alcalde de Benidorm ya está dando ejemplos de su talante. Dice que el presidente Camps, que vino a inaugurar el Invat.tur, ha venido “a mear para marcar su territorio”. Propone ideas peregrinas como cambiar la alcaldía de Benidorm por las de La Vila, Denia y alguna más, como si fueran cromos de una colección futbolística. Y todo ello se hace por el pueblo y para el pueblo (?). Además, haciendo gala de sus dotes teatrales, Navarro escenifica cada día su papel ante los medios de comunicación, cada vez más nacionales, rompiendo papeles con parsimonia ante las cámaras, haciendo declaraciones demagógicas y anunciando que Benidorm, a partir del próximo martes, va a cambiar su destino. Esperemos que así sea, por el bien de la mayoría silenciosa, que son los votantes de Benidorm, con los que nadie cuenta. Lo que está claro es que nos esperan 20 meses interesantes de gobierno de un grupo desarraigado y un PP al contraataque. Los medios de comunicación, y ustedes, lectores, no nos vamos a aburrir. Benidorm seguirá abriendo informativos en las televisiones nacionales, y no precisamente por la calidad de sus playas.
Agustin Navarro (a la derecha)en la manifestación contra el transfuguismo en la Vila en 2008S.P.
Ya falta poco para que se consume la moción de censura al alcalde Manuel Pérez Fenoll. El próximo martes se realizará el acto de violación a la democracia en Benidorm. Pero mientras llega el momento sublime en el que habrá una concatenación planetaria de 13 astros que traerán la bonanza y la gobernabilidad al municipio, los firmantes de la moción se han convertido en más que un club, y como si se preparasen para jugar la final de la Champions League, llevan unos días dándose calor unos a otros y compartiendo mesa y mantel para que nadie se desmande. El líder carismático, Agustín Navarro, piensa concentrar a sus muchachos y muchachas en un hotel el próximo lunes para que nadie haga ningún acto que pueda debilitar su juego el próximo martes.
Y mientras llega el Día V (de violación), el futuro alcalde de Benidorm ya está dando ejemplos de su talante. Dice que el presidente Camps, que vino a inaugurar el Invat.tur, ha venido “a mear para marcar su territorio”. Propone ideas peregrinas como cambiar la alcaldía de Benidorm por las de La Vila, Denia y alguna más, como si fueran cromos de una colección futbolística. Y todo ello se hace por el pueblo y para el pueblo (?). Además, haciendo gala de sus dotes teatrales, Navarro escenifica cada día su papel ante los medios de comunicación, cada vez más nacionales, rompiendo papeles con parsimonia ante las cámaras, haciendo declaraciones demagógicas y anunciando que Benidorm, a partir del próximo martes, va a cambiar su destino. Esperemos que así sea, por el bien de la mayoría silenciosa, que son los votantes de Benidorm, con los que nadie cuenta. Lo que está claro es que nos esperan 20 meses interesantes de gobierno de un grupo desarraigado y un PP al contraataque. Los medios de comunicación, y ustedes, lectores, no nos vamos a aburrir. Benidorm seguirá abriendo informativos en las televisiones nacionales, y no precisamente por la calidad de sus playas.
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