Rescatado el turista perdido en las Fuentes del Algar

Final feliz para un holandés que se extravió en las Fuentes del Algar

Redacción

En los primeros días de este nuevo año 2012 llegó el primer sobresalto al recinto de las Fuentes del Algar. Aprovechando estos días festivos, el número de turístas que decide ir a las Fuentes del Algar se incrementa de forma importante. Son muchos los ciudadanos europeos que deciden visitar este bello espacio natural como opción de ocio también en Navidad. En esta ocasión la historia la protagoniza una pareja de holandeses de 66 y 65 años que se encontraban en las Fuentes el martes pasado. Según fuentes de la policia local de Callosa d´en Sarrià, hacia las 16.30 de la tarde recibieron un aviso por el que la señora W.F.H., de nacionalidad holandesa, indicaba que no podía encontrar a su esposo, también holandés y que responde a las iniciales de D.C. Ante ésta situación y en previsión de que las horas de luz en estos días son muy escasas, se inició la búsqueda, a la que inmediatamente se incorporó la Guardia Civil. Aún efectuándose un minucioso barrido de la zona, la persona extraviada no aparecía, y los nervios aumentaban. Especialmente los de la esposa de D.C. que llegó a temerse lo peor. A los efectivos de la guardia civil y a los de la Policía Local se añadió la colaboración del propio Alcalde, Batiste Saval, que desde el primer momento se interesó por lo ocurrido y se preparaba para lo que parecía una tragedia. El Primer Teniente de alcalde, Gines Llorca, así como la concejal de Turismo, Lorena Gregori, acompañaron al alcalde y brindaron su ayuda en lo que fue posible.
Algunos ciudadanos de la zona también se incorporaron a la búsqueda. Sin embargo, las horas transcurrían y no se lograban obtener resultados. Se excluyó desde un primer momento que el ciudadano holandes saliese del recinto, cuestión confirmada por los trabajadores del paraje. Cada vez tomaba mas cuerpo la opción de que una caída le hubiese llevado hasta el caudal de agua que fluye a lo largo de todo el paraje natural y que, si la victima se golpea, puede arrastrarlo centenares de metros. Hacia las 22.30 de la noche se da por concluida la busqueda ante la absoluta imposibilidad de hacer nada más y con los ánimos bastante bajos para todos aquellos que se encontraban colaborando.
Fué a primera hora de la mañana cuando el Cuerpo Especial de la Guardia Civil para este tipo de situaciones acudió con perros rastreadores. Provistos de ropa del ciudadano holandés, que su propia esposa les proporcionó, se reinició una búsqueda, que se pensaba acabaría en cualquiera de los remansos del cauce del riío. Afortunadamente no fué asi, y apenas transcurridos unos minutos de la búsqueda, los perros advierten un rastro claro que les lleva, sorprendentemente, por una vereda ascendente que se aleja de la ruta de salida del Paraje Natural en dirección contraria al río. Y a pocas decenas de metros, donde nadie pudo ni imaginarse que podría estar la persona perdida, estaba D.C., sentado junto a un árbol y en aparente perfecto estado de salud. Habia pasado la noche esperando el rescate, y finalmente así fue. Según parece, el ciudadano holandés se desorientó y tomo una ruta equivocada y fuera del circuito del paraje, alejandose unas decenas de metros. Los suficientes como para que nadie pudiese encontrarlo. El final de la historia resultó, por tanto, feliz.