6.10.11

Arte y cultura. Emilio Sagi - Barba y Luisa Vela

Por Francisco Sanchis Gadea

Emilio Sagi-Barba nace, 26 de marzo de 1876, en Barcelona. Principia a cantar durante las funciones religiosas que se celebraban en su colegio, afición que le llevaría a iniciar estudios de música, piano y canto en el conservatorio municipal de Barcelona que finalizaría, 1891, con premio extraordinario. A sus diecinueve años decidió trasladarse a Argentina actuando en la catedral de Buenos Aires e integrándose en una prestigiosa compañía. En 1901 inició en Montevideo una serie de actuaciones por America Latina cantando tanto opera como zarzuela y opereta. Retorna a España, 1904, y se centra en la zarzuela, género musical en el que conseguiría sus más resonantes triunfos convirtiéndose en el primer gran barítono del inaugurado siglo XX. Fallecida su primera esposa, Nieves Liñan, contrajo nuevo matrimonio civil con la joven soprano Luisa Vela Lafuente con la que había actuado en diversos estrenos; juntos formarían su propia compañía lírica que alcanzaría ser la más famosa y acreditada en España. Tuvieron tres hijos: Luis, Pepe y José Antonio; Luis Sagi-Vela, que siguió los pasos de sus padres, heredó la escuela de canto, llegando a ser, también, un excelente barítono.
Sagi-Barba cantó opera al introducir en su repertorio obras tan importantes como “La Traviata”, “La Bohéme” o “Carmen”. Otro de los géneros que representó fue la opereta con un amplísimo programa tan significativo como el “Conde Luxemburgo”, “La bella Persa”, “La Princesa del dólar” o “La Viuda Alegre”. Uno de los éxitos más recordados fue la representación de “Las Golondrinas” en el Teatro Price de Madrid, drama lírico que el compositor vasco José María Usandizaga compuso expresamente para el barítono y en la que intervino Luisa Vela. En la década de 1920 acrecentó su prestigio al representar importantes obras del género lírico español como “La Dogaresa”, “La Verbena de la Paloma”, “La Rosa del azafrán”, “El Barberillo de Lavapiés” o “Luisa Fernanda”. A inicios de los años treinta, con 57 años, después de estrenar “Luisa Fernanda” pone fin a su dilatada carrera abandonando el canto, salvo en determinadas ocasiones para representaciones benéficas, y se centra en la dirección de orquesta retirándose definitivamente de la vida escénica si bien no abandona la música pues continua con sus compromisos empresariales componiendo zarzuelas que se estrenan con notable éxito en las mejores salas de Madrid y Barcelona. Está considerado como la figura más importante del género lírico en la primera mitad de siglo XX, cantante de profunda formación musical con voz de bello timbre que conjuntaba claridad, fuerza y esplendor. Su extensa discografía abarca célebres títulos de zarzuelas, operetas y obras completas.
Luisa Vela Lafuente nace en Tuejar (Valencia), 17 de abril de 1884, donde su padre, el médico-cirujano Telmo Vela Sánchez nacido en la colonia española de Filipinas, había sido destinado. Tanto su padre como su madre, la crevillentina Teresa Lafuente, gustaban extraordinariamente de la música y seria este ambiente musical familiar, su hermano Telmo Vela Lafuente estudiaba violín en el conservatorio de Valencia, el motivo de su inclinación por el arte de los sonidos. Al descubrir que tenía una preciosa voz comenzó, en la ciudad del Turia, sus estudios de solfeo y canto perfeccionados por prestigiosos profesores. La preparación artística de Luisa Vela, sus esplendidas facultades y méritos hicieron de ella una gran soprano admirada en toda España y en gran parte de América. Prestigio que todavía se incrementaría al actuar junto al eminente barítono Emilio Sagi-Barba que como hemos referenciado con anterioridad acabaría siendo su marido. Constituyeron una pareja ideal de canto, la mejor de su época.
La familia solía disfrutar sus temporadas de descanso en Altea donde los padres de Luisa Vela habían construido, con anterioridad, una hermosa casa, “Villa Teresa”, después “Villa Sagi-Vela”. En 1928 la gran diva del teatro lírico español, ya retirada en plena juventud y éxito por su salud enfermiza al padecer una afección del sistema nervioso, junto a su esposo, el insigne cantante, deciden afincarse en Polop.

Mucho se especuló sobre los motivos que propiciaron la llegada a Polop de los eximios artistas. La razón fue un tema de salud femenino y la alimentación de un recién nacido.
Desde la finca alteana de “Villa Teresa”, donde se refugiaban a descansar, se desplazaban a Polop para que su hijo Pepe Sagi-Vela tomara sustento de los pechos de una mujer “nodriza”. Carmen Company, “la Retora”, era una mujer, humilde y emprendedora, que aprovechaba los periodos de lactancia de sus hijos para amamantar, a cambio de una determinada cantidad de dinero, a hijos de familias de clases acomodadas. Esta mujer quedó al servicio de los artistas integrándose en su núcleo familiar. El “ama” la llamaron por su labor como ama de crianza; recurso que como hemos referenciado no estuvo motivado por razones sociales que hubiera sido lo propio en una gran artista sino por razones físicas.
En 1928, Luisa Vela, retirada de los escenarios, tras su trayectoria de éxitos, a causa de su enfermedad, ansiaba adquirir una finca en el campo que fuera de su agrado. Maravillados de Polop decidieron adquirir una hacienda para descansar y vivir, algún día, para siempre. Finca situada en el antiguo camino real de entrada al pueblo plantada de almendros y frutales, conocida como “L’Hort del Chorro” desde donde se escuchaba con nitidez el sonido del agua de la fuente de los once caños. Devota doña Luisa de la Virgen del Pilar la denominó “La Pilarica”.
En esos años Polop ansiaba conseguir del Estado una subvención económica con la que abordar la construcción de un grupo escolar. Las gestiones de Sagi-Barba ante el Ministerio de Instrucción Pública favorecieron que fuera concedida a pesar de las dificultades económicas de aquellos años. El Ayuntamiento polopino, en atención a los méritos contraídos por su incesante labor a favor de los intereses de la población le declaró, julio de 1930, “Hijo Adoptivo de la Villa” y se rotuló con el nombre de Av. Emilio Sagi-Barba al conocido camino del Chorro.
A principios de la década de los años treinta el barítono se retira definitivamente del escenario y el matrimonio se instala en Polop convirtiéndose en vecinos ilustres. Algunos años más tarde adquirió una nueva finca en un paraje conocido como “La Paz”, al lado de donde nacen las fuentes más importantes de la población, donde construyó un hermoso chalet.
Llega la guerra civil y E. Sagi-Barba le trasmite a la Comisión Gestora del Ayuntamiento su deseo que no fuera molestado por ciertos grupos incontrolados. Así ocurrió pero dada su enorme popularidad fue requerido para actuar en el teatro de Callosa de Ensarria con la finalidad de ofrecer a la población cierta normalidad y en beneficio del esfuerzo de guerra. Aquella tarde noche la aviación sublevada actuó insistentemente en la ciudad de Alcoy derribando varias líneas eléctricas que dejaron sin fluido eléctrico a diversas poblaciones, entre ellas, a Callosa. No obstante el cantante haciendo sonar el piano y a viva voz ofreció la actuación que no fue del agrado de todo el público asistente. El artista se sintió molesto y siempre tuvo cierto resentimiento hacia ese pueblo. Paradojas de la vida, el pueblo que había mostrado indiferencia hacia el gran artista es hoy el que posee mayor y mejor sensibilidad musical de toda la comarca de la Marina Baixa.
Luisa Vela dejó de existir el 3 de septiembre de 1938 dejando virtudes y bondades. Su esposo permaneció en Polop disfrutando de sus encantos, realizando actuaciones benéficas, componiendo zarzuelas y siguiendo la trayectoria de su hijo Luis que fue el continuador de la escuela artística de sus padres a quien le había trasmitido su arte, su magistral voz y su amor por Polop. En su quehacer diario siempre mostraba su amor por la música. En ocasiones acudía a escuchar los ensayos de la banda de música y en ocasiones la dirigía con singular maestría. El artista obsequió al pueblo que le acogió con la composición de un tema musical, un alegre pasodoble flamenco que tituló “Polop”.
Falleció el 7 de agosto de 1949 pues aquí quiso morir. Sus restos reposan junto a los de su esposa en el cementerio de este pueblo. Nuestro Auditorio municipal lleva, con orgullo, el nombre de los dos insignes artistas.

1 comentario:

Calaro07 dijo...

Gracias por las biografías de estos dos grandes artistas. Aún quedan recuerdos de su paso por estos lares, en especial del paso de su hijo. Esas voces absolutamente imborrables, ojalá los hubiera podido escuchar y ver sus interpretaciones en vivo. Mi abuela las pudo apreciar y disfrutar.
Que tengas estupendos días, saludos desde Uruguay.