10/07/08, Callosa d´en Sarriá
Es cierto que nuestra sociedad ha cambiado y con ella las familias, los hombres colaboran más en las tareas domésticas, pero la responsabilidad de cuidar normalmente lleva nombre de “mujer”. Cuando una familia tiene que realizar la tarea de cuidar se enfrenta a cambios muy profundos que pasan por:
-Cambios económicos, una renuncia de vida laboral de una persona con lo que hay menos ingresos, al mismo tiempo que aumentan los gastos derivados de la atención a una persona dependiente.
-Cambios emocionales, tenemos muchos sentimientos negativos como son la tristeza, culpabilidad, impotencia, miedo…y quizá no nos demos demasiada cuenta de un sentimiento positivo e importante la SATISFACCION de cuidar.
-Cambios en la salud, el estrés y la tensión, derivados de la situación y de la falta de tener un espacio personal, hace que nos sintamos sobresaturados.
COMO PUEDE AYUDAR LA FAMILIA:
Dentro de las familias se pueden producir pequeños problemas relacionados con la manera de actuar y tomar decisiones, una buena manera de solucionarlos y así conseguir ayuda es el diálogo. Hemos que aprender a compartir con la familia toda la información que tengamos sobre la enfermedad, es una buena manera de conseguir apoyo e implicación de nuestro entorno, que sean conscientes del esfuerzo que estamos realizando para poder pedir ayuda abiertamente, sin sentimiento de culpa y sabiendo que como cuidadores no somos imprescindibles pero si muy importantes.
Por último, tener en cuenta, que quizá la ayuda que recibimos no sea la esperada o la que consideramos mejor para nosotros y nuestros familiares, pero es una ayuda por lo que debemos aceptarla, adaptarnos a ella y agradecerla.
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