17/07/08, Callosa d´en Sarriá
El Alzheimer provoca en los enfermos comportamientos diferentes e impredecibles, que repercuten en la relación enfermo / cuidador. Por este tipo de comportamientos, por el descenso de habilidades del enfermo,... y sobretodo por la constante atención que el cuidador le presta sin descanso, es habitual que aparezca algún tipo de síntoma del estrés en el cuidador.
Síntomas del estrés del cuidador:
- Enfadarse con el enfermo y con los demás, o con los tratamientos que no se demuestran eficaces.
- Apartarse de la vida social y de las actividades placenteras (aislamiento) y por consecuencia, la soledad.
- Sentir ansiedad ante el futuro y el día a día y/o negar la enfermedad.
- Padecer depresión por las cargas físicas y emocionales que soporta, y que afectan a su capacidad y habilidad para luchar.
- Falta de sueño, ocasionada por el exceso de preocupaciones.
- Irritabilidad y cambios de humor por el desgaste que padece, que propician reacciones negativas.
- Falta de concentración para realizar las tareas habituales.
- Problemas de salud tanto físicos como mentales.
- Vergüenza por algunos comportamientos del enfermo.
- Impotencia porque, a pesar de los esfuerzos, la enfermedad es progresiva.
¿Cómo pueden afrontarse?
- Acudir al médico para obtener un diagnóstico lo antes posible, ya que algunos síntomas se pueden tratar.
- Informarse sobre los recursos disponibles para ayudar en los cuidados del enfermo. Actualmente en la Mancomunidad Marina Baixa ya tenemos un recurso específico para los familiares de los enfermos de Alzheimer.
- Formarse como cuidador. Esta enfermedad requiere habilidades y conocimientos específicos.
- Buscar ayuda social y familiar. Hacerlo todo uno mismo sólo conduce a agotamiento.
- Cuidarse a uno mismo controlando la dieta, haciendo ejercicio, descansando, saliendo y relajándose de vez en cuando, para poder estar más tranquilo con el enfermo.
- Aceptar los cambios que se van produciendo y buscar la ayuda en instituciones adecuadas.
- Planificar las necesidades legales y financieras que se van a presentar, consultando con profesionales (abogado, trabajador social) sobre temas relacionados con la tutela del enfermo, la incapacitación, la herencia, los cuidados médicos que necesitará en el futuro, el cuidado de la casa,...
- Ser realista. El Alzheimer es irreversible, pero eso no debe impedir disfrutar de los buenos momentos.
- No tener sentimiento de culpabilidad, aunque ocasionalmente se pierda la paciencia y no se sea capaz de proporcionar los cuidados de la forma en que se desearía. Usted está donde el enfermo le necesita, y eso debe hacerle sentirse orgulloso.
- No abandonar totalmente los hábitos personales anteriores, los hobbys, ni la vida privada.
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