RINCON DE LA LECTURA. David Trueba . Saber perder.

20/06/08, Callosa d´en Sarriá

Hoy me gustaría hablar de la felicidad y ... el fracaso. ¿Y como se puede unir dos temas tan distintos? - preguntaran sorprendidos muchos. A esta pregunta nada sencilla responde en su nuevo libro ”Saber perder” el cineasta y escritor David Trueba. "La felicidad consta en aceptar el tropezón y saber levantarte", asegura el autor. Vivimos una época en la que nada nos parece suficiente, hay que ganar y ser el primero a costa de todo y de todos. “Saber perder” refleja cómo el triunfo "se sobrevalora" en la actualidad y se ve "como si fuese algo perfecto", mientras que la vida real está "llena de pequeñas derrotas” de las que hay que saber recuperarse. Este libro nos presenta cuatro personajes diferentes, todos ellos "se enfrentan a problemas muy distintos". Sylvia cumple dieciséis años el día en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que sólo tiene un invitado. Horas después sufrirá un accidente que significará su entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de superar el abandono de su mujer y el fracaso laboral. Ariel Burano es un joven jugador de fútbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo español. Con su superdotada pierna izquierda, será cuestión de tiempo que el estadio coree su nombre, pero mientras tanto siente "la agresividad, la exigencia del entorno corrupto". Y tiempo es lo que no tiene el anciano Leandro, que vive en esa época donde casi todo se derrumba. Éstos son los cuatro personajes principales de “Saber perder”. Con las relaciones entre ellos se trenza un relato de supervivientes, de poderosa pegada narrativa y rico en matices. Cada personaje busca a su modo la felicidad, instintivamente asociada a la ausencia de soledad y, cuando creen haberla alcanzado, ven cómo se esfuma. "Me gusta la supervivencia más que el triunfo", constató Trueba, quien siente atracción por "los personajes golpeados" porque "no está todo perdido cuando se pierde" .Lo esencial de Saber perder es que el autor ha sabido crear un grupo de personajes que sentimos cercanos como si tratase de nuestros vecinos o de nosotros mismos. La incertidumbre que preside su existencia, el desconocimiento que ellos tienen de sí mismos, queda patente, incluso, en los títulos de cada una de las cuatro partes de la obra, formulados como otras tantas interrogaciones: “¿Es esto deseo?”, “¿Es esto amor?”, “¿Este soy yo?”, “¿Es esto el final?” Por otra parte, el buceo en los personajes no sólo deja al descubierto sentimientos universales – la soledad, el desamor, el arrepentimiento, los impulsos incontrolados–, sino que muestra aspectos de la sociedad en que viven, que es la nuestra: el trabajo precario, la inmigración, la delincuencia, la enseñanza, las rupturas familiares... Saber perder es una novela compleja y excelente. El autor ha sido capaz de extraer humor y emoción en cada curva del camino y ha reivindicado, por encima de todo, la maravillosa aventura de vivir.

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