Hace unos días, llegó a mis manos un vídeo que trataba sobre los efectos de la Coca-Cola en los dientes. Parecía ser, que tras un tiempo de aproximadamente dos días de introducir el diente en un vaso de Coca-Cola, éste se empezaba a “desintegrar”. A raíz de este vídeo tan curioso, me puse manos a la obra con una revisión de artículos relacionados sobre este tema.
A grandes rasgos, la Coca-Cola (o cualquier bebida carbonatada) contiene dos ingredientes básicos que tienen capacidad de atacar el esmalte dental y son: el azúcar y los ácidos presentes. Primero realizaremos un desglose de los ácidos que la componen, y son básicamente tres:
- El ácido carbónico: es el que produce las burbujas de gas.
- El ácido cítrico: es el ácido presente en el limón, sin embargo hay poca cantidad en la composición de la Coca-Cola.
- El ácido fosfórico: es el responsable de darle el “toque” ácido al refresco, y podría ser el más “peligroso”.
A modo de símil, encontramos en la naturaleza cítricos y otras frutas con acidez similar, incluso más que la propia Coca-Cola, y pocas veces nos planteamos si esto afecta o no al esmalte dental, esto es porque para iniciar una verdadera corrosión deberían pasar muchas horas e incluso días (recordad que en el vídeo que os comento, el diente estaba 48 horas inmerso en un vaso de Coca-Cola). Difícilmente en nuestra vida diaria mantenemos tanto tiempo un alimento en la boca, con lo cual el riesgo se minimiza al máximo.
¿Y qué podemos decir del azúcar? Pues bien, una lata de Coca-Cola contiene aproximadamente 35 gramos de azúcar (según en qué parte del mundo esté fabricada), además en España se emplea azúcar de caña, y en otros países como Estados Unidos, se elabora con jarabe de glucosa, que es un concentrado o pasta artificial fabricada a base de almidón de maíz. Volviendo a las cantidades, ¡en una sola lata de Coca-Cola hay disueltos unos 8 terrones de azúcar! Analizado esto, podéis imaginaros cuán cariogénica es esta bebida.
Como conclusión, y a raíz del famoso experimento de la Coca-Cola, se desprende que este tipo de refrescos no es tan peligroso en cuanto al riesgo de corrosión por el ácido, sino que es más peligroso el azúcar, y la gran cantidad que contiene una sola lata. Debo añadir, que es una bebida que carece de valor nutricional, con lo cual es más interesante introducir a nuestra dieta bebidas más nutritivas y saludables como zumos de frutas naturales, infusiones naturalmente sin azúcar, y agua. Sin embargo, si no os podéis resistir a una Coca-Cola bien fresquita, os aconsejo que consumáis las versiones sin azúcar, y llevar siempre una correcta higiene oral.
Para más información:
Cristina Puigcerver Savall.
Clínica Dental
Avd. del Mediterráneo 1 - Puerta 4
Benidorm. Tlf 617 00 11 67
A grandes rasgos, la Coca-Cola (o cualquier bebida carbonatada) contiene dos ingredientes básicos que tienen capacidad de atacar el esmalte dental y son: el azúcar y los ácidos presentes. Primero realizaremos un desglose de los ácidos que la componen, y son básicamente tres:
- El ácido carbónico: es el que produce las burbujas de gas.
- El ácido cítrico: es el ácido presente en el limón, sin embargo hay poca cantidad en la composición de la Coca-Cola.
- El ácido fosfórico: es el responsable de darle el “toque” ácido al refresco, y podría ser el más “peligroso”.
A modo de símil, encontramos en la naturaleza cítricos y otras frutas con acidez similar, incluso más que la propia Coca-Cola, y pocas veces nos planteamos si esto afecta o no al esmalte dental, esto es porque para iniciar una verdadera corrosión deberían pasar muchas horas e incluso días (recordad que en el vídeo que os comento, el diente estaba 48 horas inmerso en un vaso de Coca-Cola). Difícilmente en nuestra vida diaria mantenemos tanto tiempo un alimento en la boca, con lo cual el riesgo se minimiza al máximo.
¿Y qué podemos decir del azúcar? Pues bien, una lata de Coca-Cola contiene aproximadamente 35 gramos de azúcar (según en qué parte del mundo esté fabricada), además en España se emplea azúcar de caña, y en otros países como Estados Unidos, se elabora con jarabe de glucosa, que es un concentrado o pasta artificial fabricada a base de almidón de maíz. Volviendo a las cantidades, ¡en una sola lata de Coca-Cola hay disueltos unos 8 terrones de azúcar! Analizado esto, podéis imaginaros cuán cariogénica es esta bebida.
Como conclusión, y a raíz del famoso experimento de la Coca-Cola, se desprende que este tipo de refrescos no es tan peligroso en cuanto al riesgo de corrosión por el ácido, sino que es más peligroso el azúcar, y la gran cantidad que contiene una sola lata. Debo añadir, que es una bebida que carece de valor nutricional, con lo cual es más interesante introducir a nuestra dieta bebidas más nutritivas y saludables como zumos de frutas naturales, infusiones naturalmente sin azúcar, y agua. Sin embargo, si no os podéis resistir a una Coca-Cola bien fresquita, os aconsejo que consumáis las versiones sin azúcar, y llevar siempre una correcta higiene oral.
Para más información:
Cristina Puigcerver Savall.
Clínica Dental
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Benidorm. Tlf 617 00 11 67
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