Arte y cultura. La Asociación Española de Amigos de Gabriel Miró

Por Francisco Sanchis Gadea

Polop no podía dejar pasar por alto la circunstancia de que Gabriel Miró eligiera este pueblo para pasar sus vacaciones veraniegas y que ello diera lugar a que aquí escribiera su trabajo Huerto de Cruces, recogido más tarde en su libro Años y Leguas, quizá la mejor de todas sus obras.

En diversas circunstancias Polop ha querido hacer resaltar todos estos hechos. Ya en 1952 intentó realizar un homenaje de carácter nacional, llegando a publicar un número dedicado a Gabriel Miró que se tituló el “Lugar Hallado”, recordando otro capítulo de Años y Leguas. El Casino de Alicante se adhirió al homenaje con la celebración, en sus salones, de un importante acto literario pero no se llevó a buen fin, el proyectado homenaje, porque fue censurado. Las autoridades observaron intencionalidad política, la revista fue retirada y los actos suspendidos.

Años más tarde, un grupo de admiradores del escritor, reunidos en Polop para celebrar uno de los aniversarios, propuso, y se aceptó unánimemente, la necesidad de crear una Asociación de amigos de Gabriel Miró cuya sede radicara en este pueblo. Se constituyó una Junta Organizadora que llevó a buen fin todos los trabajos necesarios para su constitución aprobándose, mayo 1965, su reglamento y denominándose: “Asociación Española de Amigos de Gabriel Miró y de la Villa de Polop de la Marina”.La Junta Organizadora pasó a ser la primera Junta Oficial de la Asociación, cuya Presidencia de Honor recayó en Olimpia Miró, hija del escritor.

Polop estaba con deuda con Gabriel Miró. Esta Asociación quería dar testimonio de presencia en el recuerdo del eximio escritor, y desde su constitución se celebraba, cada año, el 27 de mayo, su aniversario. Se organizaban conferencias, concursos literarios, exposiciones y todos aquellos actos que contribuían a recordar y enaltecer a uno de los más grandes escritores españoles. Polop fue un hallazgo de Miró, y hasta podríamos decir que ha sido su creación más perfecta. Su fisonomía, sus calles, sus casas, sus campos, fueron auténticas páginas mironianas.

El escritor hizo florecer la belleza en las viejas calles y en los verdes campos. Paseó su arte por los caminos, montes, tierras de labranza y huertas rebosantes de frutos y, desde el Huerto de Cruces hasta la fuente del Chorro, todo son eslabones artísticos que, vistos en su conjunto, han hecho posible una obra perfecta para que todos los poetas y amantes de lo bello admiraran y recordaran a Polop como un encantador paraíso.

El objetivo de esta Asociación, entre otros, fue dar a conocer la obra de Miró a las jóvenes generaciones y a todos sus admiradores, españoles y extranjeros, para el mejor estudio, no solo de su obra, sino de su perfecto estilo. Esta Asociación, con el recuerdo al escritor, quería asociar su nombre al de Polop, haciendo de este pueblo un centro literario donde se dieran cita escritores y pintores, así como todos los amantes del arte.

Cuando en 1952 se editó el “Lugar Hallado”, se consiguió un gran éxito editorial y literario. Fue una gran sorpresa que desde un pueblo tan pequeño como Polop se consiguiera realizar una obra tan bella con colaboraciones maravillosas. Centenares de cartas de sus lectores y solicitudes de diversas Universidades así lo acreditaron. Hoy constituye un documento de alto valor. En este mismo año, 1952, las hijas de Gabriel Miró, Olimpia y Clemencia, y su viuda, doña Clemencia, pudieron hacer realidad uno de los mayores deseos del escritor: tener su casa en Polop. Sobre las peñas que un día compró se levantó la “Casa de Sigüenza”.

La escasez de recursos económicos, la falta de ayuda oficial, pues poco importaba la difusión de la obra del prócer de las letras españolas, propició, lamentablemente, la desaparición de la Asociación. Ninguna inquietud cultural ha propiciado su recuperación.