Por Javier García Barrera, CORC, Párroco de Callosa d´en Sarrià
Siempre se ha dicho que la caridad no es dar, sino darse, es entrega de uno mismo para el bien de los demás y cuando entregamos algo a los necesitados, sin comprometer nuestra persona, simplemente estamos haciendo justicia, dando lo que yo no necesito.
Agradecemos desde Cáritas parroquial, el interés que muchas personas ponen para colaborar en el bien de los pobres y siempre que vamos a visitar la Iglesia de la Patrona, encontramos a gente que lleva sus bolsas con ropa, zapatos, juguetes…
Quienes lo hacen, realizan una buena obra, pero las que tienen que seleccionar, acomodar y repartir, viven la caridad; ya que tienen que encontrarse con tristeza, una gran cantidad de basura, porque no sirve para otra cosa lo que algunas veces se deja.
No sé si las personas que entregan esos objetos a Cáritas serían capaces de volverlos a utilizar y si ellos no los utilizarían porqué piensan que son útiles para los demás.
Las Voluntarias de Cáritas, agradecerían que les facilitemos el trabajo, que si nos da pena tirar algo a la basura por lo que nos ha servido, seamos concientes de su utilidad para los demás y si ya no sirve, pongámosle en el contenedor correspondiente.
Por último, vivamos la caridad desde el respeto a los demás, dejando que se beneficien quienes lo necesitan y no los que se creen con derecho a ello.
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