I Convivencia Latina en el Camping Algar

El domingo 6 de marzo tuvo lugar la Primera convivencia del colectivo Latino de la “Asociación Luz de América”. Fueron invitados tanto inmigrantes como autóctonos a una fiesta que se inició con juegos infantiles, música y un equipo de cocineros preparando dos grandes paellas.

Mientras los asistentes iban llegando al recinto del Camping del Algar, la música latina amenizaba la mañana y se organizaban partidos de futbol sala en una improvisada cancha que se preparó en uno de los aparcamientos de la zona de acceso, con sus correspondientes porterías. Justamente al lado se encontraba un castillo hinchable que hacía las delicias de los mas pequeños. El recinto del Camping se encontraba en todo momento vigilado y aislado de zonas peligrosas, con lo que se convertía en el lugar ideal para pasar una mañana inolvidable.

A media mañana pudimos ver como llegaban algunos invitados desde el Ayuntamiento de Callosa d´en Sarriá. Concretamente Luz de América recibió a Ruben Toquero, concejal de Juventud, y a Gines Llorca, primer Teniente de Alcalde. Batiste Saval, el alcalde, se encontraba recien salido de la intervención quirúrgica del día anterior, pero aún pudo sacar fuerzas para llamar a los responsables del evento (Miriam del Rocio Guaman Ortiz y Darling Aspiazu) y felicitarles por su empeño en la integración del colectivo latino. Según palabras de Saval “es una satisfacción que este encuentro se haya realizado en Callosa y nos alegramos que gracias a asociaciones como Luz de América la convivencia se normalice y la participación de los latinos en los asuntos del pueblo sea una realidad”.

Cabe destacar el hecho de que los asistentes no solo llegaron de Callosa, sino además de Polop, Nucia, Alfaz, Benidorm … Ambos responsables de la Convivencia comentaron que “nos sentimos plenamente integrados y agradecemos al pueblo de Callosa y otros de la Marina Baixa el que por lo general nos hayan acogido con los brazos abiertos. Solo queda un pasito para que esta integración sea plena, y para eso estamos aquí”.

Hacia las 14.30 los cocineros, que se afanaban en disponer todos los avios de la paella como mandan los cánones culinarios, empezaron a dar forma a dos enormes paellas que se iban cociendo poco a poco al calor de las brasas. Perfectamente organizados, los asistentes acudieron poco a poco a recoger sus platos de paella rondando las tres de la tarde, así como los refrescos que se podían recoger del bar – restaurante del camping. En un día espléndido, soleado y de temperatura más que agradable, las mesas cobijadas a la sombra del cañizo se abarrotaban de gente que agrupados en familias o en grupos de amigos disfrutaban de tan agradable jornada. Después de la comida, unos se acercaban a la mesa de billar a jugar un rato, otros disfrutaban la sobremesa charlando junto a un café, y los mas jóvenes jugaban al fútbol.

Las chicas también se atrevieron y se enfrentaron en un partido de “futbito” femenino que no envidiaba en nada al de sus compañeros. Hacia las siete de la tarde, cuando el sol ya caía en el horizonte, los asistentes fueron retirándose en un ambiente alegre y muy cordial. Una experiencia sin duda digna de repetirse.