La intervención arqueológica llevada a cabo en el inmueble de la plaza de la Iglesia nº 4 ha permitido excavar por primera vez de forma sistemática muros y suelos que pertenecieron a habitaciones de la antigua ciudad íbera de Álon, según ha informado la Concejalía de Patrimonio Histórico. Se trata de un hallazgo extraordinariamente importante, ya que confirma que la extensión de esta importante ciudad ibérica fue al menos similar a la ciudad amurallada medieval de Villajoyosa. La existencia de dos enormes necrópolis a los lados de los caminos de entrada a la ciudad ibérica con cientos de tumbas desde el s. VII a. C. hasta época tardorromana ya hacía suponer que la ciudad ibérica debía ser importante y, como en época romana, debió controlar el territorio de la Marina Baixa.
Los trabajos de excavación, dirigidos por la arqueóloga Ana Martínez Sánchez, han sacado a la luz el zócalo de un muro realizado mediante piedras trabadas con barro.
Los primeros estudios llevan a fechar la estructura en el Ibérico Pleno, concretamente en el s. IV a. C. Entre los materiales localizados encontramos varios fragmentos de una crátera ática de figuras rojas de cierta calidad, en la que vemos entre otras la figura de un fauno (símbolo del deseo sexual, ser que formaba el cortejo del dios del vino, Dionisio). Estas piezas, fabricadas en Atenas, eran compradas por las clases altas ibéricas a comerciantes del Mediterráneo.
Una de las grandes sorpresas es el hallazgo de un anillo de plata con chatón ovalado decorado con una figura incisa que no podremos conocer hasta que no termine su restauración. Esta joya, típicamente ibérica, pasará sin duda a las vitrinas del nuevo Vilamuseu, que ya cuenta con una colección de joyería ibérica y romana y, sobre todo, feniciopúnica, extraordinariamente rica, aportada por los ajuares de las tumbas de los dos cementerios.
Los trabajos de excavación, dirigidos por la arqueóloga Ana Martínez Sánchez, han sacado a la luz el zócalo de un muro realizado mediante piedras trabadas con barro.
Los primeros estudios llevan a fechar la estructura en el Ibérico Pleno, concretamente en el s. IV a. C. Entre los materiales localizados encontramos varios fragmentos de una crátera ática de figuras rojas de cierta calidad, en la que vemos entre otras la figura de un fauno (símbolo del deseo sexual, ser que formaba el cortejo del dios del vino, Dionisio). Estas piezas, fabricadas en Atenas, eran compradas por las clases altas ibéricas a comerciantes del Mediterráneo.
Una de las grandes sorpresas es el hallazgo de un anillo de plata con chatón ovalado decorado con una figura incisa que no podremos conocer hasta que no termine su restauración. Esta joya, típicamente ibérica, pasará sin duda a las vitrinas del nuevo Vilamuseu, que ya cuenta con una colección de joyería ibérica y romana y, sobre todo, feniciopúnica, extraordinariamente rica, aportada por los ajuares de las tumbas de los dos cementerios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario