Por Susana Crea, licenciada en Farmacia UBA, Universidad de Buenos Aires
Los hombres pierden un uno porciento de testosterona al año después de los 40, lo escuché ayer en un programa de la tele…y como de testosterona se habla poco y menos de los porcentajes que nuestros compañeros van perdiendo con los años….no viene mal tratar el tema… más sabemos de estrógenos, progesterona y menopausia que del correspondiente climaterio masculino o andropausia, por tabú o qué se yo, lo cierto que no deja de ser un asunto de salud de extrema importancia y no sólo de salud sexual.
Aunque ahora una nueva hipótesis plantea la posibilidad de que es el estado de salud en general el que genera la disminución de la hormona y no la edad, todavía no es muy claro y por lo tanto conviene saber cuáles son las consecuencias de ese notable descenso a partir de los cuarenta (algunos afirman que comienza a partir de los treinta!). No se trata simplemente de efectos sobre la “masculinidad”, la disfunción eréctil sino que los efectos son mucho más complejos, van más allá y deberían de preocupar a nuestros compañeros de viaje: tendencia al cansancio físico y/o intelectual; alteración del estado de ánimo con tendencia a la depresión y al mal humor; disminución de la masa muscular y de la fuerza; descenso del vello corporal y alteraciones de la piel; • pérdida de la densidad de los huesos ; incremento de la grasa visceral con obesidad abdominal;
Al mismo tiempo, a partir de los cuarenta y cinco años se produce un crecimiento progresivo de la próstata que obliga a ir más veces al baño y a orinar con más dificultad.
Es claro que el descenso de la actividad sexual se produce directamente por un déficit de la hormona masculina, testosterona…y en no pocas ocasiones los hombres evaden la consulta médica por este motivo…los cambios emocionales, psicológicos y de conducta forman parte de esas consecuencias y no todos los afectados buscan una opinión especializada por temor a poner en peligro su “hombría” pagando así un precio muy alto y no sólo en el terreno sexual y de las relaciones, sino el de su salud en general.
Algunos consejos a mis amigos para contrarrestar el inexorable paso de los años y el precio que pagamos, hombres y mujeres por igual:
PASA MENOS TIEMPO EN EL GIMNASIO: el sobreentrenamiento puede reducir significativamente tus niveles de testosterona…de 4 a 5 dias por semana son suficientes para mantener tu físico en forma…Ni pensar de tomar suplementos anabólicos o suplementos con testosterona!
DALE TODA SU IMPORTANCIA AL SUEÑO: se ha demostrado que la privación del sueño disminuye los niveles de testosterona en sangre, 7 a 8 horas cada noche son una inyección de energía tanto para mujeres como para hombres.
INGIERE ALGO DE GRASAS: Las grasas saturadas (que se encuentra en los huevos enteros y carne) son fundamentales para que el cuerpo produzca hormonas como la testosterona, sin abusar, necesitamos un poco de todo en la dieta.
INGIERE PROTEÍNAS: El consumo de proteínas no sólo aporta al organismo los aminoácidos que éste necesita, sino que también se ha demostrado que sirve para promover mayores niveles de testosterona. Claras de huevo, carne de ternera magra, pollo, pescado y leche y derivados son excelentes fuentes que no deben faltar en la dieta.
COME VERDURAS: Los fito-nutrientes en las verduras crucíferas como el brócoli, el repollo, la col, etc, puede ayudar a aumentar los niveles de testosterona. Esfuérzate por incluir 1-2 porciones de verduras crucíferas en tu dieta todos los días.
EVITA EL ALCOHOL: el consumo excesivo de alcohol es un camino seguro para bajar los niveles de testosterona.
REGÁLATE UNA VIDA SEXUAL SANA: una actividad sexual frecuente aumenta los niveles de testosterona y no solamente mantiene la próstata más sana sino mejora la actividad para producir la hormona luteinizante, que es la hormona que regula la secreción de testosterona. Cuanto más nos ejercitamos mejor estamos, vale para las mujeres también, obvio!
Aunque ahora una nueva hipótesis plantea la posibilidad de que es el estado de salud en general el que genera la disminución de la hormona y no la edad, todavía no es muy claro y por lo tanto conviene saber cuáles son las consecuencias de ese notable descenso a partir de los cuarenta (algunos afirman que comienza a partir de los treinta!). No se trata simplemente de efectos sobre la “masculinidad”, la disfunción eréctil sino que los efectos son mucho más complejos, van más allá y deberían de preocupar a nuestros compañeros de viaje: tendencia al cansancio físico y/o intelectual; alteración del estado de ánimo con tendencia a la depresión y al mal humor; disminución de la masa muscular y de la fuerza; descenso del vello corporal y alteraciones de la piel; • pérdida de la densidad de los huesos ; incremento de la grasa visceral con obesidad abdominal;
Al mismo tiempo, a partir de los cuarenta y cinco años se produce un crecimiento progresivo de la próstata que obliga a ir más veces al baño y a orinar con más dificultad.
Es claro que el descenso de la actividad sexual se produce directamente por un déficit de la hormona masculina, testosterona…y en no pocas ocasiones los hombres evaden la consulta médica por este motivo…los cambios emocionales, psicológicos y de conducta forman parte de esas consecuencias y no todos los afectados buscan una opinión especializada por temor a poner en peligro su “hombría” pagando así un precio muy alto y no sólo en el terreno sexual y de las relaciones, sino el de su salud en general.
Algunos consejos a mis amigos para contrarrestar el inexorable paso de los años y el precio que pagamos, hombres y mujeres por igual:
PASA MENOS TIEMPO EN EL GIMNASIO: el sobreentrenamiento puede reducir significativamente tus niveles de testosterona…de 4 a 5 dias por semana son suficientes para mantener tu físico en forma…Ni pensar de tomar suplementos anabólicos o suplementos con testosterona!
DALE TODA SU IMPORTANCIA AL SUEÑO: se ha demostrado que la privación del sueño disminuye los niveles de testosterona en sangre, 7 a 8 horas cada noche son una inyección de energía tanto para mujeres como para hombres.
INGIERE ALGO DE GRASAS: Las grasas saturadas (que se encuentra en los huevos enteros y carne) son fundamentales para que el cuerpo produzca hormonas como la testosterona, sin abusar, necesitamos un poco de todo en la dieta.
INGIERE PROTEÍNAS: El consumo de proteínas no sólo aporta al organismo los aminoácidos que éste necesita, sino que también se ha demostrado que sirve para promover mayores niveles de testosterona. Claras de huevo, carne de ternera magra, pollo, pescado y leche y derivados son excelentes fuentes que no deben faltar en la dieta.
COME VERDURAS: Los fito-nutrientes en las verduras crucíferas como el brócoli, el repollo, la col, etc, puede ayudar a aumentar los niveles de testosterona. Esfuérzate por incluir 1-2 porciones de verduras crucíferas en tu dieta todos los días.
EVITA EL ALCOHOL: el consumo excesivo de alcohol es un camino seguro para bajar los niveles de testosterona.
REGÁLATE UNA VIDA SEXUAL SANA: una actividad sexual frecuente aumenta los niveles de testosterona y no solamente mantiene la próstata más sana sino mejora la actividad para producir la hormona luteinizante, que es la hormona que regula la secreción de testosterona. Cuanto más nos ejercitamos mejor estamos, vale para las mujeres también, obvio!
No hay comentarios:
Publicar un comentario