4.9.08

Actualidad religiosa. LA MÚSICA SACRA.

04/09/08, Callosa d´en Sarriá

El pasado 25 de agosto, S.S. Benedicto XVI, después de recibir un concierto en la sala de los suizos del Palacio Apostólico de Castelgandolfo, resaltó la importancia de la música para transmitir las profundas experiencias del alma. El Concilio Vaticano II, en la constitución Sacrosantum Concilium, le concede a la música sacra un lugar importantísimo, considerándola como tesoro de valor inestimable, que sobresale entre las demás expresiones artísticas, pues la eficacia del canto y de la música sacra mueve los corazones y los eleva a la intimidad con Dios para glorificarlo.

La autoridad eclesiástica debe comprometerse a orientar sabiamente el desarrollo de este exigente género de música, no “congelando” el tesoro, sino buscando insertar en la herencia del pasado las novedades valiosas del presente, para llegar a una síntesis digna de la alta misión reservada a ésta en el culto divino.

La acción litúrgica, se ennoblece, cuando a través del canto se solemnizan los Oficios divinos, en donde intervienen los ministros sagrados y el pueblo de Dios participa activamente. Por eso estamos llamados a fomentar y conservar con celo y cuidado el gran tesoro de la música sacra. Ya nos lo recomendaba el Concilio Vaticano II, la formación de institutos de música sacra, así como el cuidado del canto gregoriano como propio de la liturgia romana, por ello debe tener un lugar preferente en las acciones litúrgicas sin excluir de ninguna manera, los demás tipos de música sacra.

También se resalta en esta preciosa constitución, la gran estima para toda la Iglesia Latina la joya que representan los órganos de tubos como un instrumento musical tradicional, cuyo sonido da un esplendor excepcional a las ceremonias litúrgicas, trasladándonos a un encuentro personal con Dios, claro esta, que esto no excluye de ninguna manera otro tipo de instrumentos musicales, ya que complementan y resaltan la dignidad del culto, siempre y cuando se puedan adaptar al uso sagrado.

Todos los músicos, compositores y cantores deben verse llamados al cuidado y buen uso de la Música Sacra, pues también se convierten en evangelizadores a través de la música; deben esforzarse promoviendo su aprendizaje, estudio y nuevos repertorios, como medios de alabanza Divina.

Pbro. Milton Hernán Velásquez Díaz, CORC.

Párroco de Santa Bárbara, Tárbena

Párroco de San José, Bolulla

Vicario de San Juan Bautista, Callosa d´en Sarrià

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