El alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, ha anunciado la creación de un nuevo servicio municipal que pretende sorprender y sancionar a los propietarios de mascotas que no recojan los excrementos de la vía pública. La campaña, segunda en tres años, se produce como consecuencia de la falta de concienciación de algunos propietarios de perros que persisten en abandonar en la vía pública las deposiciones de sus animales domésticos. El alcalde ha reconocido que la labor de concienciación llevada a cabo en los últimos años por el Ayuntamiento ha sido incapaz de poner fin a la dejadez de muchos ciudadanos, que, frente a los que demuestran civismo, convierten en auténticos vertederos de excrementos aceras y calzadas de la ciudad. El nuevo servicio municipal, que se dedicará a esta tarea en exclusiva, está compuesto por un inspector municipal y un policía local. Su misión es múltiple: vigilar, sorprender, multar y concienciar a quienes el alcalde no dudó en calificar como “auténticos cerdos”. El concejal de Limpieza Viaria, Juan Ramón Martínez, recordó que la “patrulla” tiene indicaciones expresas de aplicar con todo rigor el artículo 177 de la ordenanza de Medio Ambiente, que observa como infracción leve la no recogida de excrementos caninos de la calle y contempla sanciones de 150 euros. La cuantía de la multa irá en consonancia con la vehemencia del infractor. Dos infracciones leves conllevarán 450 euros de multa. La constancia en el incumplimiento se convertirá en falta grave: hasta 900 euros.
6.2.14
Se destina un inspector y un policía para multar a los propietarios de perros que no recojan los excrementos
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