Por Saz Planelles
Uno de los problemas que va a tener Benidorm a partir del próximo martes va a ser la definición de la nomenclatura para el nuevo equipo de gobierno. El PP ya ha denunciado que los 12 tránsfugas del PSOE siguen utilizando ilegalmente las siglas del partido de los 100 años de honradez, cuando han solicitado la baja, o eso dicen. Aunque el problema no lo es tal, ya que lo lógico es que formasen el Partido Unificado de Tránsfugas Autónomos (PUTA), debido a que todos son tránsfugas, que se han unido y actúan de manera autónoma. Porque aunque digan que son un bloque (esto del Bloque también tiene mala prensa, ¿recuerdan al Bloque de Coslada?, que acabaron todos en chirona), pues eso, que aunque digan que son un bloque, por lo visto y barruntado hasta ahora, cada uno defiende sus propios intereses. No seré yo quien diga que en toda esta cuestión del PUTA hay intereses económicos y urbanísticos. Creo que no, aunque el tiempo dará o quitará razones. Pero lo que sí tiene al personal con la mosca detrás de la oreja es comprobar si los proyectos en marcha se van a acelerar o, por el contrario, se van a retrasar. Como ejemplo, el del segundo hospital comarcal. Los socialistas se oponían a la forma en la que el PP quería construirlo, ya saben, eso de las permutas y la pérdida de patrimonio municipal. Y es de suponer que ahora el PUTA, aunque ya no sean socialistas (o eso parece) continúen con la política del PSOE de cara a la construcción de infraestructuras sanitarias en la comarca. Quizá habrá que empezar de nuevo, y los usuarios, los enfermos, los que pasan de intereses personales, tendrán que esperar a que el PUTA decida si sigue o cambia, con el consiguiente retraso de una infraestructura necesaria para todos. Claro que hay municipios vecinos a Benidorm dispuestos a facilitar terrenos en los que no quepa la decisión del PUTA. Por otro lado, habrá que ver ahora si la segunda fase del paseo de Poniente, la que corresponde subvencionar al gobierno central, se acelera o se retrasa cuando en Benidorm ya no gobierna el PP ni tampoco el PSOE, sino el PUTA. Son cosas que se me vienen a la cabeza y que afectan al bienestar de los ciudadanos, que pasan de venganzas marujeras, bañulazos, egocéntricas decisiones agustinianas y presuntas ambiciones. La moción de censura del próximo martes es el más claro ejemplo de despotismo ilustrado desde la Ilustración: todo por el pueblo pero sin el pueblo. Agustinet y Bañulet ¿han preguntado al pueblo si están de acuerdo con lo que están cocinando? Creo que se han apropiado de los votos de los ciudadanos (“pan y tomate, para que no te escapes”) y han llevado a la práctica lo de “una vez metido (el voto), nada de lo prometido”. ¿Dónde están las promesas de Agustín Navarro de no pactar con los tránsfugas? Lo dicho, lo del PUTA es una auténtica putada para todos: para la democracia, que va a ser violada; para Alarte, al que han dejado con el culo al aire; para doña Leire, la “bienpagá”, que también ha quedado en una situación comprometida, tan comprometida que peligra su nuevo trabajillo de senadora; para Rajoy, al que le recuerdan ahora a Zaplana, y para el presidente Zapatero, porque lo de Benidorm se ha convertido en una cuestión nacional que no ha hecho más que empezar. El martes, la primera parte.
P.D.-Por la coincidencia verbal de las siglas, pido disculpas a las señoras putas, a las que respeto más que al PUTA.
Uno de los problemas que va a tener Benidorm a partir del próximo martes va a ser la definición de la nomenclatura para el nuevo equipo de gobierno. El PP ya ha denunciado que los 12 tránsfugas del PSOE siguen utilizando ilegalmente las siglas del partido de los 100 años de honradez, cuando han solicitado la baja, o eso dicen. Aunque el problema no lo es tal, ya que lo lógico es que formasen el Partido Unificado de Tránsfugas Autónomos (PUTA), debido a que todos son tránsfugas, que se han unido y actúan de manera autónoma. Porque aunque digan que son un bloque (esto del Bloque también tiene mala prensa, ¿recuerdan al Bloque de Coslada?, que acabaron todos en chirona), pues eso, que aunque digan que son un bloque, por lo visto y barruntado hasta ahora, cada uno defiende sus propios intereses. No seré yo quien diga que en toda esta cuestión del PUTA hay intereses económicos y urbanísticos. Creo que no, aunque el tiempo dará o quitará razones. Pero lo que sí tiene al personal con la mosca detrás de la oreja es comprobar si los proyectos en marcha se van a acelerar o, por el contrario, se van a retrasar. Como ejemplo, el del segundo hospital comarcal. Los socialistas se oponían a la forma en la que el PP quería construirlo, ya saben, eso de las permutas y la pérdida de patrimonio municipal. Y es de suponer que ahora el PUTA, aunque ya no sean socialistas (o eso parece) continúen con la política del PSOE de cara a la construcción de infraestructuras sanitarias en la comarca. Quizá habrá que empezar de nuevo, y los usuarios, los enfermos, los que pasan de intereses personales, tendrán que esperar a que el PUTA decida si sigue o cambia, con el consiguiente retraso de una infraestructura necesaria para todos. Claro que hay municipios vecinos a Benidorm dispuestos a facilitar terrenos en los que no quepa la decisión del PUTA. Por otro lado, habrá que ver ahora si la segunda fase del paseo de Poniente, la que corresponde subvencionar al gobierno central, se acelera o se retrasa cuando en Benidorm ya no gobierna el PP ni tampoco el PSOE, sino el PUTA. Son cosas que se me vienen a la cabeza y que afectan al bienestar de los ciudadanos, que pasan de venganzas marujeras, bañulazos, egocéntricas decisiones agustinianas y presuntas ambiciones. La moción de censura del próximo martes es el más claro ejemplo de despotismo ilustrado desde la Ilustración: todo por el pueblo pero sin el pueblo. Agustinet y Bañulet ¿han preguntado al pueblo si están de acuerdo con lo que están cocinando? Creo que se han apropiado de los votos de los ciudadanos (“pan y tomate, para que no te escapes”) y han llevado a la práctica lo de “una vez metido (el voto), nada de lo prometido”. ¿Dónde están las promesas de Agustín Navarro de no pactar con los tránsfugas? Lo dicho, lo del PUTA es una auténtica putada para todos: para la democracia, que va a ser violada; para Alarte, al que han dejado con el culo al aire; para doña Leire, la “bienpagá”, que también ha quedado en una situación comprometida, tan comprometida que peligra su nuevo trabajillo de senadora; para Rajoy, al que le recuerdan ahora a Zaplana, y para el presidente Zapatero, porque lo de Benidorm se ha convertido en una cuestión nacional que no ha hecho más que empezar. El martes, la primera parte.
P.D.-Por la coincidencia verbal de las siglas, pido disculpas a las señoras putas, a las que respeto más que al PUTA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario