25/09/09, Benidorm
Redacción
Manuel Pérez Fenoll defendió hasta el último momento el mandato que el pueblo de Benidorm expresó en las urnas y denunció lo nada ético de la acción de los ediles ex-socialistas. Advirtió que se trataba de un engaño al electorado y pronosticó que pronto el propio pueblo podría comprobar lo falsa de la maniobra que les ha llevado por la puerta de atrás al gobierno. Mientras el aún alcalde consumía sus últimos minutos en presentar la moción como una burda burla al pueblo, un número elevado de militantes y simpatizantes socialistas calentaban el ambiente desde el otro lado de la puerta del salón de plenos. Entre los que vociferaban se encontraban militantes de los partidos Socialistas de Altea, Alfaz, Guadalest y otros municipios, acompañados muchos de ellos de sus dirigentes y alcaldes. Fuera la indignación en los militantes y simpatizantes del PP era manifiesta, aunque la situación se asumía de una forma mucho mas silenciosa. Las únicas declaraciones oficiales llegadas desde el Partido Popular las hacía Batiste Saval, Alcalde popular de Callosa y miembro de la Junta Directiva Regional. En poco menos de cinco minutos definió la actuación de los 13 transfugas como de un desprecio absoluto a la democracia y al mandato de los vecinos de Benidorm. Calificó todo lo acontecido como de “autentico show entrado en lo esperpéntico, urdido desde Ferraz“. Además explicó como lo que parece ser una trama de intereses ha despojado a Benidorm “de un buen alcalde y ha puesto a otro que encontró en el asalto la única forma de obtener lo que las urnas se negaban a darle”. Lo cierto es que Fenoll insistió continuamente en la falta real de razones para arrebatar al actual equipo de una forma tan torticera el gobierno. Por su parte, Navarro, quién en teoría se encuentra ahora “fuera del PSOE“, defendía el programa que llevó en elecciones, el del Partido Socialista. Las justificaciones a la moción han venido siendo muchas: el “marujazo” 18 años atrás o la teórica situación de caos que ve Agustín Navarro en el Gobierno de la ciudad, entre otras. Y esto hasta el punto de que la figura de Bañuls ha venido quedando en un segundo plano.
Manuel Pérez Fenoll defendió hasta el último momento el mandato que el pueblo de Benidorm expresó en las urnas y denunció lo nada ético de la acción de los ediles ex-socialistas. Advirtió que se trataba de un engaño al electorado y pronosticó que pronto el propio pueblo podría comprobar lo falsa de la maniobra que les ha llevado por la puerta de atrás al gobierno. Mientras el aún alcalde consumía sus últimos minutos en presentar la moción como una burda burla al pueblo, un número elevado de militantes y simpatizantes socialistas calentaban el ambiente desde el otro lado de la puerta del salón de plenos. Entre los que vociferaban se encontraban militantes de los partidos Socialistas de Altea, Alfaz, Guadalest y otros municipios, acompañados muchos de ellos de sus dirigentes y alcaldes. Fuera la indignación en los militantes y simpatizantes del PP era manifiesta, aunque la situación se asumía de una forma mucho mas silenciosa. Las únicas declaraciones oficiales llegadas desde el Partido Popular las hacía Batiste Saval, Alcalde popular de Callosa y miembro de la Junta Directiva Regional. En poco menos de cinco minutos definió la actuación de los 13 transfugas como de un desprecio absoluto a la democracia y al mandato de los vecinos de Benidorm. Calificó todo lo acontecido como de “autentico show entrado en lo esperpéntico, urdido desde Ferraz“. Además explicó como lo que parece ser una trama de intereses ha despojado a Benidorm “de un buen alcalde y ha puesto a otro que encontró en el asalto la única forma de obtener lo que las urnas se negaban a darle”. Lo cierto es que Fenoll insistió continuamente en la falta real de razones para arrebatar al actual equipo de una forma tan torticera el gobierno. Por su parte, Navarro, quién en teoría se encuentra ahora “fuera del PSOE“, defendía el programa que llevó en elecciones, el del Partido Socialista. Las justificaciones a la moción han venido siendo muchas: el “marujazo” 18 años atrás o la teórica situación de caos que ve Agustín Navarro en el Gobierno de la ciudad, entre otras. Y esto hasta el punto de que la figura de Bañuls ha venido quedando en un segundo plano.
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